Ya he comentado anteriormente que el actual sistema de copyright o derecho de copia, y que me niego a traducir por "derechos de autor", está convirtiéndose en un obstáculo para la difusión de la cultura. Hace unos días leí en The digital reader una noticia sobre una denuncia sobre los derechos de Sherlock Holmes que me sirve como ejemplo sobre mi postura.
En resumen, Arthur Conan Doyle murió en 1930 y siguiendo la legislación actual, 70 años después de su muerte, su obra pasó al dominio público. Lo que permite la libre distribución de ésta, por eso se puede descargar legal y gratuitamente desde la página del proyecto Gutenberg y el uso de la misma por parte de otros autores, que retoman personajes o situaciones para crear nuevas obras. Creo que todos hemos visto más de una adaptación de las historias de Sherlok Holmes y de Watson.
Lo que no sabía hasta leer el artículo es que hay una empresa británica que sigue gestionando los derechos de autor, la Conan Doyle Estate Ltd y que reclama el pago de derechos al editor de una colección de historias inspiradas en el detective y escritas por distintos autores de género ciencia ficción, fantasía y misterio, argumentando que aunque la obra sea de dominio público, los personajes no lo son. Parece ser que en anteriores adaptaciones, por ejemplo la reciente serie televisiva Sherlock, siempre se han pagado los derechos para evitar complicaciones legales.
En otra ocasión he dicho que estoy totalmente de acuerdo con la teoría de Kirby Ferguson, "Everything is a Remix" y que dice que la cultura avanza reusando material existente. Idealmente el autor debería ser el propio beneficiario de su obra, algo que no pudo disfrutar por ejemplo Edgar Allan Poe, de quien casualmente su personaje Auguste Dupin fue una clarísima inspiración en la creación de Sherlock Holmes.
¿De verdad tiene sentido que una empresa cobre eternamente los derechos de copia de una obra? Ya hay quien apunta que la extensión del derecho de copia se adapta a la de Mickey Mouse, ahora mismo en 120 años desde su primera publicación. Por eso prefiero hablar de derecho de copia, no porque piense que los autores no tengan que tener derechos, aunque no tengo tan claro que estos derechos tengan que extenderse a los nietos de los nietos del autor. Sin embargo, de lo que no tengo ninguna duda es que a quien realmente favorece el actual sistema de copyright es a las empresas propietarias de estos derechos. Reconozcámoslo, al final se trata casi únicamente de un tema económico.
Una última reflexión: La actual "Happy birthday" es propiedad de Time Warner como mínimo hasta 2030 y cobra al año 2 millones de dólares en royalties. Patty Hill, que escribió junto a su hermana la canción original, murió en 1947.
En referencia al tercer párrafo de tu post Manuel, entiendo que la empresa cobraría derechos sobre un nueva obra, no sobre las de Conan Doyle. Si la colección es de historias inspiradas en el detective y escritas por distintos autores de género ciencia ficción, fantasía y misterio, esta colección constituye una nueva obra, y de ahí los royalties. Y lo mismo entiendo que aplicaría a los personajes, porque son personajes nuevos creados dentro de estas obras nuevas. No alcanzo a entender por qué esta organización pretende cobrar derechos sobre obras del autor que son de dominio público... Intentaré averiguar por qué se da esta situación y si logro el cometido, te lo comento.
ResponderEliminar¡Saludos!
Pues a mí, eso de que el Estado te expropie los bienes siempre me ha parecido un tanto fascista. Cuando yo me muera, mi hija heredará todos mis bienes materiales: las casas, los coches, las caballerizas, las cuentas corrientes... Todo. Es mío, lo he ganado honradamente con el sudor de mi frente y siento que tengo el derecho a hacer con ello lo que me plazca. Y, después, lo heredarán mis nietos, luego mis bisniestos y así sucesivamente. Y yo me removeré en mi tumba de puro placer.
ResponderEliminar¿Por qué tendría que ser distinto para mis propiedades no materiales? Personalmente, creo que mis herederos deberían lucrarse hasta el fin de los tiempos de lo que mi trabajo ha rentado. La expiración arbitraria de una propiedad es una expoliación de facto. Y yo, como demócrata y liberal, no puedo sino estar en contra de eso.
¡Saludos!
Hola Álber, gracias por el comentario, efetivamente, tienes todo el derecho del mundo a hacer con lo que es tuyo lo que mejor te parezca y yo no soy nadie para hacerte cambiar de opinión.
ResponderEliminarEn el texto original de la constitución de los EE.UU. de 1787 (algunos años antes del fascismo) aparece una frase que es la que está un poco en la inspiración de mi post y se refiere a la definición de copyright, más o menos sería (traducida por mí): "Promover el progreso de la ciencia y de las artes útiles asegurando durante tiempo limitado a autores e inventores el derecho exclusivo sobre sus obras y descubrimientos"
Destaco lo de "por tiempo limitado" porque la finalidad es la de promover el progreso de la ciencia y la cultura, pero nadie dice que sea la única posibilidad.
¡Un saludo!
Oh, tú estás hablando del concepto de patentes, que es algo bien diferente. Ahí existe cierta lógica: el Estado, investido de poder, otorga a alguien la exclusividad sobre algo (generalmente una invención útil para la humanidad en general). Lo hace para premiarlo e incentivar, así, la investigación privada. Tiene sentido porque es bueno que la ciencia avance premiando a los que hacen avanzar.
ResponderEliminarPero la cultura... Lo de la cultura es todo una filfa. En realidad, yo diría que la cultura apenas existe como tal. En el 99% de los casos, se trata de simple entretenimiento. Y el 1% restante... Ese no le importa a nadie, así que...
Álber, el fascismo no tiene nada que ver con eso. En cualquier caso nadie está diciendo que la «propiedad intelectual» pase a manos del Estado, si no que la explotación de una obra (cuyos derechos de autor y propiedad intelectual siguen intactos por los tiempos de los tiempos) deja de ser un monopolio de los herederos, y pasan a ser parte del dominio público, de todos, no del Estado.
ResponderEliminarNewton, y no fue el único ni el primero, dijo: "Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes". Todo logro intelectual, del tipo que sea, debe algo a sus predecesores así que la "propiedad intelectual" como la entienden algunas empresas no tiene razón de ser.
ResponderEliminarUna de mis citas favoritas cuando se habla de derecho de copia y además de eso mismo va el post, de asegurar que una obra pase a dominio público después de un tiempo razonable para que sirva como inspiración para nuevos autores. Aunque personalmente soy un defensor del creative commons pienso que no es una postura que se deba imponer a nadie, aún así hay margen suficiente entre la compensación justa y extender los derechos de copia hasta el infinito.
Eliminar¿Cómo puede la obra ser de dominio público y los personajes (que son parte de esa obra)no?
ResponderEliminarComplejidades del derecho de copia... que de hecho es lo que intentan explotar Disney y compañía.
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