Ya he comentado anteriormente algún artículo de Seth Godin en el blog patrocinado por Amazon, The Domino Project. Creo que añaden una perspectiva que no tienen la mayor parte de artículos que leo y que yo mismo a veces escribo, y que vierte ríos de tinta electrónica sobre rumores de dispositivos que quizá ni lleguemos a ver, perdiendo muchas veces el contexto más amplio del fenómeno digital.
En un reciente artículo titulado And then what happens? que podríamos traducir como "¿Y ahora qué pasa?" y en el que Godin introduce una idea sobre la que merece la pena tener un debate: ¿Hemos alcanzado ya el punto en el que tiene más importancia lo publicado que lo que está por publicarse? Algo que podemos aplicar al mundo del libro como al cine o la música. Dicho de otro modo, en lugar de buscar la última novedad, tiene más sentido preguntar qué no he leído, visto o escuchado todavía. El soporte digital sería entonces más adecuado para distribuir/reproducir este tipo de contenido que el analógico. Pensemos por ejemplo lo complicado que puede llegar a ser conseguir un libro descatalogado. Un libro electrónico no se agota.
En opinión del conocido experto de marketing, lo que falta es el cambio que lleve a la industria a generar interés por un título escrito hace quince años y no únicamente por el próximo título del autor de moda. No quiero ahora pecar de nostálgico, pero hablando de música o de cine antes de muchos estrenos o novedades merecería la pena hacer descubrir muchos clásicos.
En un artículo posterior titulado Confusing media with messages, más o menos "Confundiendo los medios con los mensajes", Godin matiza lo dicho en el anterior sosteniendo que es precisamente la diversidad de canales, medios y soportes lo que hará imposible que se repita un fenómeno como el de los Beatles o Elvis Presley por usar los dos ejemplos que cita él mismo. Según Godin, lo mejor de los libros de recetas de cocina o de ciencia ficción ya se ha impreso, aumentar la rotación, además de crear la burbuja editorial de la que conocemos, no va a ayudar para que aparezcan fenómenos culturales de la talla de los que ya conocemos porque cada vez será más difícil alcanzar una audiencia tan extensa.
Recientemente he leído que basta vender una docena de libros para aparecer entre la lista de más vendidos de Amazon, lo difícil, como señala también el artículo es permanecer en la lista.
Comentarios
Publicar un comentario