Ir al contenido principal

¿Hemos llegado al final de los lectores de tinta electrónica?

Muy interesante el artículo del Wall Street Journal sobre el futuro descenso de ventas de los lectores dedicados de tinta electrónica. No voy a entrar en predicciones ni en números porque no me interesa y porque por el momento se refiere al mercado de EE.UU. donde estos dispositivos llevan ya funcionando más tiempo. Sí voy a comentar un par de días interesantes que aparecen en la segunda mitad.

La caída de ventas de los lectores de tinta electrónica es paralela a la bajada de precios de las tabletas


Como el artículo comenta, en Noviembre de 2007, cuando apareció la primera generación de kindle, este dispositivo era de verdad innovativo ya que permitía comprar nuevos títulos desde el sillón de casa y poder llevar toda una  biblioteca en menos de 300 gramos. El problema no es que la gente haya dejado de leer eBooks, sino que estos cada vez se leen más en un tablet o incluso en un smartphone.

Creo que ya he dejado claro que prefiero leer en un eReader antes que en un tablet por muchos motivos, pero reconozco que uso más el iPad que el Kindle porque paso mucho más tiempo leyendo artículos en internet que libros electrónicos. Entiendo que quien compra un dispositivo en el que la lectura de libros electrónicos es una opción más entre facebook, angry birds, youtube..., prefiera éste a un dispositivo dedicado de lectura.

También entiendo que tanto Apple como Amazon apuesten por la serie iPad y Fire donde además de libros electrónicos venden aplicaciones, música, películas...

Quien tiene ya un lector de tinta electrónica no piensa en comprar otro

Al igual que el ejemplo que cita el artículo, me compré en EE.UU. un Kindle 3 en 2010 y lo pagué tanto como la versión 3G del kindle 5, que evidentemente es muy superior. Funciona perfectamente, lo he actualizado además con nuevas versiones del firmware, la batería sigue durando semanas y sigo siendo un usuario feliz, el último eBook lo compré hace unos días. Es cierto que si tuviera que comprar uno nuevo no dudaría ni un segundo en comprar un Kindle Paperwhite o recomendarlo, pero teniendo ya uno me cuesta gastar 129€. Entiendo que habrá quien quiere estar a la última, como sucede por ejemplo con los móviles, pero por lo que parece si sigue funcionando, una gran mayoría se queda con el eReader que tiene.

El mercado de los lectores de tinta electrónica será cada vez más de nicho.

El artículo no menciona que también los eReaders han bajado de precio notablemente: La primera versión de kindle costaba 400$ mientras que el modelo más actual más básico cuesta 79€, más o menos lo que cuatro libros en tapas duras. Como ya he mencionado, supongo que quien no ha comprado hasta ahora un eReader y piense en la lectura digital seguramente tenga en mente ya un tablet y seguirá por supuesto quien prefiere leer en papel.

Participa en el debate dejando un comentario con tu experiencia en lectura digital.

Comentarios

  1. Yo actualmente, aunque tengo un lector de tinta electrónica, leo en el móvil, me es supercómodo, más que llevar el lector a todos lados. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Emma, seguro que no eres la única y con la evolución de las pantallas de los móviles, seguro que vamos a ir a más. Imagino que quien viaja en transporte público prefiere llevar encima lo menos posible.

      Eliminar
  2. Yo sigo leyendo en el lector de tinta electrónica principalmente, me resulta muy cómodo y de hecho incluso para textos largos en el ordenador terminando usando una extensión con la que mandar el artículo al kindle.

    Es verdad que las tablets se van imponiendo y es lógico puesto que permiten hacer muchas más cosas (navegar, ver el correo...) que un libro electrónico, pero también entiendo que hay lectores que leemos mucho y preferimos un aparato dedicado a ello. Por supuesto que un tablet o un smartphone nos permite leer una novela, pero en el libro electrónico se hace mejor. Yo con mi movil puedo hacer fotos pero si quiero una mejor experiencia usaré una cámara de fotos...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias J. Luis, parece que tenemos la misma opinión. La experiencia de lectura en una pantalla de tinta electrónica supera con mucho a la de una pantalla de un tablet, pero como dices para quien la lectura es una opción más, el tablet tiene más sentido. Un saludo.

      Eliminar
  3. No se pueden comparar tablets con ereaders. Son productos totalmente distintos que sirven para cosas totalmente distintas. Un ereader es única y exclusivamente para leer; su pantalla y su iluminación (o su ausencia de ella) están destinadas a ese fin, para proporcionar una experiencia de lectura lo más parecida posible a un libro en papel y, sobre todo, que no canse la vista. Una tablet cansa la vista, porque no está pensada para leer. Se puede leer, sí, pero no es para lo que está hecha.
    Quizás las ventas de los ereaders hayan bajado (o se hayan estancado) porque la gente que tiene uno no va a cambiarlo a corto plazo, son productos más o menos duraderos. Y quien quiera cambiarlo por una tablet es que, sinceramente, no lee mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, creo que la opinión del artículo del WSJ es precisamente la que tú mismo apuntas: Quien no lee mucho prefiere un tablet y creo que una parte de los que leen mucho prefieren seguir con el papel. Si vale para algo mi experiencia, sigo comprando libros en papel, cada vez menos la verdad y para leer prefiero la tinta electrónica. Un saludo.

      Eliminar
    2. Si que son dispositivos diferentes, pero yo creo que llegará un momento en el que la tecnología de los tablets, sobre todo de las pantallas, avance lo suficiente como para que la experiencia de lectura sea similar a la tinta electrónica y más parecida al papel.

      Yo sigo leyendo en papel, menos eso si, selecciono mucho más lo que leo. También tengo un ereader que uso bastante y pronto tendré un tablet por trabajo y lo usaré también para leer, tal vez no para novelas y libros largos, pero para documentación técnica es de lo mejor que hay: la pantalla es mucho más grande, los gráficos se ven mejor, los links, renderizado de pdfs, etc.

      Creo que tendremos lectores electrónicos durante un tiempo, pero al final se unificarán con los tablets.

      Eliminar
  4. Por mi parte vengo apostando por las pantallas como el gadget de gadgets.
    ¿Que tal una pantalla de tinta electronica independiente que toma la alimentacion y datos del movil o la tableta?
    Esa pantalla de tinta electronica podria venir en la parte de atras del movil o la tableta.
    O bien incorporada en una funda.
    Si se trata de la funda de la tableta esta podria cerrarse como un cuaderno.
    Tendria que acompañarse con una aplicacion que enviase a la pantalla auxiliar las capturas de la pantalla.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por el comentario dubitador. La verdad es que hay un par de propuestas parecidas:
    - YotaPhone, es un teléfono android con dos pantallas, una de tinta electrónica de 4,3".
    - Txtr Beagle, es una pantalla de tinta electrónica de 5" y con dos pilas AAA que se comunica via bluetooth con una aplicación de compra y lectura instalada en cualquier teléfono/tablet android. En algunos países ya está a la venta.
    Aunque en estos días se habla mucho del lector dedicado de tinta electrónica, la verdad es que siguen apareciendo dispositivos interesantes. No todos llegarán al mercado, ya lo sabemos, pero que se sigan proyectando ya es una señal de que no es una opción que se haya abandonado.
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El futuro del contenido digital está en internet

Excelente artículo de Charles Lim en Sparksheet, que toma como punto de arranque el declive de las revistas digitales en forma de App, pero que nos lleva a una serie de reflexiones que podemos aplicar de igual modo a eBooks o a contenido digital en general. Me detengo en los puntos más interesantes y dejo el enlace al artículo original, en inglés, al final. Papel con apariencia digital Hace ahora dos años que la revista Wired lanzó su versión digital para iPad. En teoría debería ser el futuro de las revistas debido a la posibilidad de añadir más páginas y más contenido, con pequeñas desventajas, como que el tamaño de este tipo de aplicaciones dificulta su descarga o que el contenido no es indexado correctamente por los motores de búsqueda. Las suscripciones no llegan y cada vez son más editores los que abandonan la plataforma de Apple, como nos cuentan en goodereader . En algunos casos los datos de distribución de la edición digital estarían por debajo del 1% del volumen de

Unglue.it: Cómo regalar al mundo tu libro favorito

El fenómeno del crowdfunding , o financiación colectiva cada día me gusta más. No hace mucho Lector-e publicaba un artículo en el que mencionaba que, gracias a las aportaciones de la comunidad de libros.com , Lorenzo Silva había conseguido superar el objetivo de 3.000€ que necesitaba para publicar " Los trabajos y los días ". Pues bien, a esta posibilidad se añade a mediados de mayo la propuesta de unglue.it  que, siempre a través de la financiación colectiva, lo que quiere conseguir es la licencia creative commons para que títulos ya publicados puedan circular en formato electrónico gratis, legal y libremente. Los ebooks son muy fáciles de distribuir, eso lo sabemos todos, pero pueden ser caros de producir, algo que no todo el mundo entiende. Por este motivo unglue.it propone al propietario de los derechos de copia, recordemos además que no siempre es el autor, que fije un precio que cubra la producción y que permita la libre distribución del libro electrónico sin perder p

¿Son caros los libros electrónicos?

Tumblr de goodtimesroll En un artículo de hace unos días de gigaom , Mathew Ingram llega a una conclusión interesante sobre el precio de los libros electrónicos: A nadie le importa lo que cueste producirlos, lo realmente importante es lo que el comprador está dispuesto a pagar . Producir y distribuir un libro cuesta más en papel que en formato electrónico, lo que no es tan evidente, como apunta el artículo, es que los costes anteriores a la impresión, por ejemplo el adelanto al autor o la promoción, tienen una incidencia mayor sobre el precio final y son comunes para la versión con independencia del soporte. Dicho de otro modo, aunque el coste de hacer una copia de un libro electrónico sea prácticamente cero, el precio cero no es sostenible para una editorial comercial.  Ganso y Pulpo  por ejemplo sería una excepción, pero no la regla. Me parece que la estructura de una editorial tradicional es demasiado grande e inadecuada para producir libros en formato electrónico si estos