Acabo de leer en The Digital Reader un artículo sobre la posibilidad de usar las anotaciones en un texto de personajes conocidos como un valor añadido al mismo. El autor, Joe Wilkert, comenta que no le importaría pagar más por una edición de un eBooks que incorporara los comentarios de Bill Gates por ejemplo. Seguramente a todos se nos ocurren un par de ejemplos más con nuestros libros favoritos.
En la entrada se menciona un artículo del New York Times titulado "los amantes de los libros temen un futuro negro para las notas de los libros" en el que como es habitual el periodista hace gala de su ignorancia sobre el libro electrónico en general y el universo kindle en particular que sí admiten notas al pie de página. Como ya he mencionado en otro lugar, a mí me parece una de las características más interesantes del libro electrónico. En cualquier caso el enfoque de los dos artículos, que casi parecen resaltar más que el contenido de la anotación en sí, el hecho de que esta añade un valor económico al libro, siempre que sea de mano de alguien conocido, al hacerlo único y por lo tanto diferenciado del libro sin la anotación.
He tenido por otro lado la oportunidad de consultar a la doctora Arcari, una experta en anotaciones en manuscritos del Renacimiento sobre la importancia de las anotaciones, postille, en italiano, en resumen: "Las anotaciones añaden sucesivamente un elemento más en el texto original que lo enriquece y facilita lecturas posteriores".
Un par de ejemplos: Se cuenta que Alejandro Magno, llevaba en sus campañas un ejemplar de la Iliada comentado/corregido por el mismísimo Aristóteles, y que por supuesto se lo ha comido el tiempo. No quiero ni imaginar lo que podría costar ahora el libro en cuestión, aparte del interés, que no sería poco. Hasta nosotros sí han llegado por ejemplo las anotaciones que Napoleón hizo al Príncipe de Maquiavelo y que en algunas ediciones aparecen ya como
Lo que quiero decir es que en mi opinión el valor de la anotación en el libro no es económico, factor que desaparece además en su versión electrónica, ni únicamente académico, como quizá pueda parecer la opinión de la doctora. El verdadero valor es que cada lectura individual se añade al texto, no para convertirlo en único, objetos de subasta o museo guardados en la vitrina o en la caja fuerte, sino para hacer los comentarios tan accesibles y universales como el propio texto. Kindle ofrece además la posibilidad de activar o no la opción de ver las notas de otros lectores, sean estos expertos, famosos, nuestro profesor o alguien de quien nos importa lo que opine del libro.
En la entrada se menciona un artículo del New York Times titulado "los amantes de los libros temen un futuro negro para las notas de los libros" en el que como es habitual el periodista hace gala de su ignorancia sobre el libro electrónico en general y el universo kindle en particular que sí admiten notas al pie de página. Como ya he mencionado en otro lugar, a mí me parece una de las características más interesantes del libro electrónico. En cualquier caso el enfoque de los dos artículos, que casi parecen resaltar más que el contenido de la anotación en sí, el hecho de que esta añade un valor económico al libro, siempre que sea de mano de alguien conocido, al hacerlo único y por lo tanto diferenciado del libro sin la anotación.
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"Commentarii" J. César con notas de Vettori (BNP). |
Un par de ejemplos: Se cuenta que Alejandro Magno, llevaba en sus campañas un ejemplar de la Iliada comentado/corregido por el mismísimo Aristóteles, y que por supuesto se lo ha comido el tiempo. No quiero ni imaginar lo que podría costar ahora el libro en cuestión, aparte del interés, que no sería poco. Hasta nosotros sí han llegado por ejemplo las anotaciones que Napoleón hizo al Príncipe de Maquiavelo y que en algunas ediciones aparecen ya como
Lo que quiero decir es que en mi opinión el valor de la anotación en el libro no es económico, factor que desaparece además en su versión electrónica, ni únicamente académico, como quizá pueda parecer la opinión de la doctora. El verdadero valor es que cada lectura individual se añade al texto, no para convertirlo en único, objetos de subasta o museo guardados en la vitrina o en la caja fuerte, sino para hacer los comentarios tan accesibles y universales como el propio texto. Kindle ofrece además la posibilidad de activar o no la opción de ver las notas de otros lectores, sean estos expertos, famosos, nuestro profesor o alguien de quien nos importa lo que opine del libro.
El principio del tema, sobre pagar más por libros comentados, me recuerda un poco al DVD de una pelicula que puede verse con los comentarios del director y/o actores, productor, etc. Habrá gente que los aprovechará y verá en ellos una fuente de información gratificante y otros que simplemente no le prestaran ninguna atención. Pero de ahí, a convertir los libros digitales en 2 versiones diferentes, la comentada y con extras o la no comentada, con su diferenciación de precio, me parece actualmente algo excesivo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Yo personalmente la parte económica de las anotaciones no la veo, sin embargo sí pienso en la lectura social y en las posibilidades educativas.
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