Parece un poco extraño que en un blog dedicado a la cultura digital aparezca un artículo en defensa del libro en papel. El motivo es que frecuentemente encuentro posiciones opuestas del tipo: "Los libros electrónicos no tienen futuro porque no hay nada como leer en papel" o "los libros en papel van a desaparecer porque todo se va a poder bajar de internet". Mi opinión es algo diferente. Creo que el futuro pasa por un equilibrio entre ambos formatos. Lo que está claro es que el papel sigue teniendo ventajas sobre el digital. Estas son algunas.
- Accesibilidad: Los libros en papel no necesitan de un soporte, de un decodificador ni de una fuente de energía para acceder a su contenido. Basta abrir un libro de hace doscientos años y ponernos a leer. Al no estar codificado, el libro en papel es universal. Lo puede haber impreso Aldo Manuzio, o acabar de salir de una Espresso Book Machine. Como mucho nos hará falta un diccionario, poco más. Para leer un libro electrónico necesitamos un dispositivo conectado a una fuente de energía y un decodificador que convierta el archivo a un texto que nosotros podamos entender.
- Longevidad: El punto anterior tiene como consecuencia que los libros en papel tienen una vida mucho más larga que su versión electrónica. Los libros en papel no necesitan reconvertirse una y otra vez para acceder al contenido, basta conservarlos en condiciones adecuadas. No se puede decir lo mismo de un archivo digital.
- Materialidad: Los libros en papel pueden ser únicos, pueden además tener valor como objeto, pienso en una primera edición, en un ejemplar firmado o anotado o en un libro antiguo. Paul Biba acaba de publicar en su blog personal un interesante artículo sobre el tema. El libro en papel puede además regalarse, prestarse o coleccionarse. Yo espero dejarle a mi hijo una biblioteca y no sólo una memoria USB con libros electrónicos. Los libros son bellos y las estanterías llenas de ellos más. Para quien tenga dudas basta una visita a Bookshelf Porn.
Se te ocurre algún motivo más, ¿por qué no dejas un comentario?
Hola Manuel,
ResponderEliminaragregaría "Sensibilidad": en cuanto a las sensaciones que se producen por tocar y oler el papel de un libro impreso, pasar las hojas todas juntas y hacer que éstas generen brisa, rozar las yemas de los dedos sobre un stamping o relieve, etc. cosas que no se puede hacer con uno electrónico.
Soy de las que mira cómo está encuadernado un libro, si aún tiene olor a imprenta, qué papel se ha usado, etc.
Por supuesto que ambos formatos convivirán, como lo están haciendo ahora, entre otras cosas, porque el libro electrónico está muy bien para todo lo que sea texto, pero no reemplaza a ningún libro impreso de fotografía, diseño, arte, etc.
Gracias por tu comentario Mariana, aunque me he querido centrar en factores objetivos, no por ello los subjetivos tienen menos importancia como bien comentas.
ResponderEliminarPor supuesto la sensación táctil de pasar hojas en un libro en papel no puede trasladarse al electrónico. Los recuerdos que nos pueden traer ver un libro leído en una estantería difícilmente pueden ser los de ver el título en una pantalla.
La calidad de imagen de una pantalla retinta de iPad se aleja de la calidad de experiencia de lectura de la tinta electrónica. Quizá en el futuro se acerquen y en un mismo dispositivo puedan leerse novelas y libros de fotografía.
Un saludo.
¿Qué me dices de las manchas de café, té, agua que se han producido por la tensión en la que te sumerge esa obra? ¿O del tocho empleado como cojín para los diez minutos de siesta?
ResponderEliminarAdhiero a la idea de la imagen que representan estantes llenos de libros, como así también al valor sentimental que pueden tener.
ResponderEliminarEn cuanto a "pracicidad" por lo menos en lo que hace a la lectura por mero placer me quedo con el e-book; ahora si de subrayar y anotar textos profesionales se trata... creo que me quedo con el papel por una cuestión de comodidad.
Saludos!