Más o menos esa sería la traducción del excelente post de Martyn Daniels en Brave New World sobre la evolución de la industria musical, que hace referencia a un reciente artículo académico de Joel Waldfogel titulado "bye, bye, miss american pie: The Supply of New Recorded Music since Napster" y que para el caso bien vale como aviso de lo que llegará a la industria editorial. Resumo los puntos más interesantes del post:
1 Mundialmente, las ventas de música en soporte físico (principalmente CDs) han caído un millardo y medio de dólares el pasado año. Lo que en el caso de Estados Unidos significa el 10% y en el Reino Unido el 11% respecto a 2009. Aunque las ventas de música en formato digital también han crecido un en el mismo periodo, no sirven para compensar las pérdidas. ¿A alguien le suena?
2 Este cambio de tendencia se puede explicar sin recurrir al estraperlo, mediante cambios en el modo de producción y distribución. El equipo de grabación que antes se podían permitir únicamente las grandes ahora lo puede tener una discográfica independiente o incluso el propio artista. Del mismo modo si una de estas grandes discográficas necesitaba vender medio millón de discos para cubrir gastos, a una independiente, con gastos y márgenes de beneficio menores quizá le basta con unos miles. ¿A alguien le suena de nuevo?
3 Nuevos canales de promoción y distribución en internet, como youtube, facebook, last.fm, spotify, iTunes o la página del mismo artista están disponibles con una pequeñísima o ninguna inversión y son accesibles desde prácticamente todo el mundo como nunca antes en la historia de la música. Del mismo modo, canales que también distribuyen soportes físicos, como amazon, favorecen claramente la venta de descargas. A pesar de todo ello, las cifras que dan las grandes discográficas sobre el impacto de las descargas ilegales parecen del todo exageradas y se deben más a cambios económicos donde la producción y distribución a gran escala no se convierten necesariamente en beneficios.
4 Aunque imposible de decir con certeza, el autor del post sugiere que actualmente algunos artistas reciben el 90% de sus ingresos de actuaciones en vivo.
Aunque el autor no lo menciona, añadiría además un cambio en el modo de consumir cultura: La posibilidad de comprar una canción sin tener que comprar todo el disco, de escuchar un disco sin tener que comprarlo, de ver una película o una serie en casa en el idioma original y sin sufrir los caprichos de los responsables de la programación de una cadena (basta pensar en Lost, por ejemplo).
Aunque con algo de atraso, por falta de un soporte adecuado, esta revolución está llegando al libro. ¿Qué le quedará a los escritores si no tienen la posibilidad de tocar en vivo, la firma y dedicatoria de libros? Espero que aprendan las lecciones de la música y se sumen a la revolución.
1 Mundialmente, las ventas de música en soporte físico (principalmente CDs) han caído un millardo y medio de dólares el pasado año. Lo que en el caso de Estados Unidos significa el 10% y en el Reino Unido el 11% respecto a 2009. Aunque las ventas de música en formato digital también han crecido un en el mismo periodo, no sirven para compensar las pérdidas. ¿A alguien le suena?
2 Este cambio de tendencia se puede explicar sin recurrir al estraperlo, mediante cambios en el modo de producción y distribución. El equipo de grabación que antes se podían permitir únicamente las grandes ahora lo puede tener una discográfica independiente o incluso el propio artista. Del mismo modo si una de estas grandes discográficas necesitaba vender medio millón de discos para cubrir gastos, a una independiente, con gastos y márgenes de beneficio menores quizá le basta con unos miles. ¿A alguien le suena de nuevo?
3 Nuevos canales de promoción y distribución en internet, como youtube, facebook, last.fm, spotify, iTunes o la página del mismo artista están disponibles con una pequeñísima o ninguna inversión y son accesibles desde prácticamente todo el mundo como nunca antes en la historia de la música. Del mismo modo, canales que también distribuyen soportes físicos, como amazon, favorecen claramente la venta de descargas. A pesar de todo ello, las cifras que dan las grandes discográficas sobre el impacto de las descargas ilegales parecen del todo exageradas y se deben más a cambios económicos donde la producción y distribución a gran escala no se convierten necesariamente en beneficios.
4 Aunque imposible de decir con certeza, el autor del post sugiere que actualmente algunos artistas reciben el 90% de sus ingresos de actuaciones en vivo.
Aunque el autor no lo menciona, añadiría además un cambio en el modo de consumir cultura: La posibilidad de comprar una canción sin tener que comprar todo el disco, de escuchar un disco sin tener que comprarlo, de ver una película o una serie en casa en el idioma original y sin sufrir los caprichos de los responsables de la programación de una cadena (basta pensar en Lost, por ejemplo).
Aunque con algo de atraso, por falta de un soporte adecuado, esta revolución está llegando al libro. ¿Qué le quedará a los escritores si no tienen la posibilidad de tocar en vivo, la firma y dedicatoria de libros? Espero que aprendan las lecciones de la música y se sumen a la revolución.
Es solo una broma :-)
ResponderEliminar¿Que será lo contrario de "actuaciones en vivo"?
¿Actuaciones en muerto?
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