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eConfusión

Una de las sensaciones que tengo frecuentemente leyendo artículos fuera de las fuentes especializadas es la confusión que gira en torno al eBook. No me refiero a la señora que me preguntó el otro día en el metro si el kindle que tenía era uno de esos "libros virtuales"...
La primera confusión, la más frecuente, es entre eBook y eReader. Es muy habitual hacer referencia a un kindle como un eBook y supongo que esa confusión viene de llamar "libro" al soporte en papel (el códice) y al contenido, así que libro electrónico necesariamente es lo mismo. De hecho kindle es más que un eReader, es una plataforma eBook que puede estar presente en varios dispositivos. Sin embargo el libro electrónico existe con independencia de lector de libros electrónicos. Podemos leer un libro electrónico en un eReader de tinta electrónica, pero también en un ordenador o en un teléfono móvil que esté preparado para ello. El libro electrónico, el fichero en ceros y unos, será prácticamente el mismo en todos los casos. Es posible que los eReaders de tinta electrónica, de los que las estanterías de las tiendas de informática están llenas, pasen de moda en un par de años, es posible como ya he mencionado, que sean los tablets los que se impongan, en cualquier caso, el eBook, el libro electrónico, ha llegado para quedarse. No hay vuelta atrás.
La segunda confusión es entre los distintos formatos de eBook. Sin entrar ahora en detalles técnicos y en preferencias, creo que cualquiera que esté informado diría que un archivo .epub y un .mobi son formatos válidos de eBook, sin embargo habría menos consenso en incluir a un .pdf en la lista. Aunque muchos eReaders del mercado tienen más o menos capacidad de leer un .pdf, y aunque en la pantalla de un ordenador parezcan la misma cosa, un .pdf es un archivo originalmente pensado para imprimirse y aunque los .pdf de un archivo de texto puedan más o menos convertirse a eBooks, también podemos tener un .pdf digitalizando una hoja con texto, por lo que la digitalización siga siendo posible no es ni mucho menos directa. Una de las características principales de los eBooks son que el texto se adapta a la pantalla en la que se lee, siendo además posible ajustar el tamaño de la fuente y automáticamente el número de palabras por línea, lo que no es posible en un .pdf.
Algo parecido ocurre entre un eBook y una aplicación, de estas cada día hay más ejemplos, hace unos días hablaba de Rapunzel, que aunque sería un ejemplo más de como la tecnología digital está cambiando el modo de leer, yo no lo consideraría en este momento un eBook. De hecho la mayor parte de estas aplicaciones, a diferencia de la mayor parte de los eBooks, que intentan ser universales, se desarrollan para un dispositivo concreto, por el momento principalmente de la familia de apple. Por ejemplo muchas revistas en papel funcionan como aplicación en un iPad.
Los distintos dispositivos donde es posible instalar la aplicación kindle
La tercera confusión es hablar de eReaders y tablets como si fueran la misma cosa y por tanto hacer comparaciones directas entre un iPad y un kindle por ejemplo. No tienen nada que ver y las diferencias no acaban únicamente en la pantalla o en el precio. En los dos es posible leer un libro electrónico, en los dos es posible acceder a la plataforma kindle, pero la misión principal, casi única de un kindle es leer eBooks, un iPad puede hacer muchas cosas distintas.
Entre los rumores que circulan por la red está el de que amazon tenga su propio tablet en breve, espero que no lo llamen kindle para no crear más confusión.
Aunque pensándolo bien, la peor confusión es la de los editores que piensan que los libros en papel son como los eBooks... de esto mejor hablar otro día.

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